Bélgica, 1976
Duración: 85’
Dirección: Chantal Akerman
La gran realizadora belga vivió en Nueva York y registró su vida y la vida cotidiana de esa ciudad, paradigma de la modernidad. Pero la película no es sólo eso, sino también el registro de la relación complementaria de Akerman con su madre, a través de cartas que las imágenes comentan, complementan y contestan.
El paisaje emocional varía tanto como el paisaje físico, en un ejercicio que excede con mucho el mero documento para transformarse en una creación poética absoluta.